El paciente impaciente









Los vehículos automóviles, cuando ya han realizado miles de kilómetros con las  bielas de sus motores, hay que someterlos a una revisión total, para comprobar si pueden seguir realizando su trabajo con idoneidad, previas las pertinentes reparaciones o hay que mandarlos directamente al desguace porque no tienen arreglo.

Igual ocurre con los humanos, ya con muchos años y que se encuentran bajo atención médica, que cada cierto tiempo tienen que someterse a una revisión general, para intentar seguir viviendo con una cierta holgura o iniciar el camino del cementerio.

Todo esto me ocurre a mí, estoy ahora en plena revisión general y en las largas esperas hospitalarias esperando para un control, me dedico a observar a algunas personas, verdaderos personajes. Así me entretengo, pienso y saco “mis conclusiones”.

El otro día, esperando para la realización de una prueba de radiodiagnóstico, entre la mucha gente que había, me fije en una persona sola, no iba con nadie, de edad avanzada, que no paraba de pasear de manera compulsiva; arriba, abajo, abajo, arriba… y no dejaba de mascullar entre dientes, estaba intranquilo, se veía por el desconocimiento de algo que no acababa de llegar, no le tocaba aún pasar a que le realizaran su prueba correspondiente. Después de algún choque verbal con personal sanitario que pasaba a su lado, que por cierto no tenían  nada que ver con el asunto, anunció en voz alta una decisión trascendental ¡¡¡ ME VOY, NO ME HAGO LA PRUEBA!!! , y abandonó la consulta majestuosamente. Él no esperaba.

No habían pasado diez minutos, cuando el citado viejecito volvió a la sala donde los demás seguíamos esperando, con la cabeza gacha, avergonzado… Le vi como más pequeño, más reducido, era el resultado pienso del ataque de impaciencia que acababa de sufrir y que le llevo a tomar la histriónica decisión comentada. Ya me tocaba a mí… le deje en un rincón, me dio pena.

La impaciencia y el egocentrismo, nos lleva a tomar falsas y nocivas decisiones para nosotros mismos, de las que luego podemos arrepentirnos. ¡¡¡ TENGAMOS CUIDADO!!!

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