La soledad de comer solo

Hace unos días entre tarde en un establecimiento, perteneciente a una cadena de una conocidísima firma de comida rápida. Por coincidir con el éxodo provocado en la ciudad por las pasadas fechas vacacionales, la afluencia de público no era mucha, más de un cuarto del aforo del local estaba vacío. Me posicione en un punto del local para tomar un sándwich y observar a quienes estaban allí. Aproximadamente la mitad de las mesas estaban ocupadas por más de una persona, pero el resto tenían una única persona como ocupante. En estas personas solas que comían o bebían  fije mi atención, por unos momentos

La palabra soledad, la define el Diccionario de la Real Academia Española, como la falta de compañía. Esta situación puede ser vivenciada por la persona de diversas maneras; con aceptación plena, quiere encontrarse consigo misma, quiere observar a los demás, quiere evadirse de alguna situación molesta o estresante para ella…en una palabra, se nota a simple vista que  está a gusto.

Existe una segunda manera, la persona no quiere estar sola, pero lo está. Están con la mirada perdida en un punto de local, tienen un gesto inexpresivo en el semblante, están allí físicamente pero no mentalmente, sostienen en la mano, el tenedor que tienen en su mano derecha, lo tiene señalando al techo ¿Por qué esta así?, ¿le gustaría estar con alguien, para hacerle partícipe de sus pensamientos? ¿Será uno de esos padres separados que tanto abundan, que acaba de dejar a los hijos con el otro cónyuge y tiene que volver a su casa, a esa casa familiar que la ruptura matrimonial ha dejado un tanto desangelada?

Un tercera manera, es aquella persona, que ha entrado en el establecimiento a comer algo y descansar del trafago de la gran ciudad, está solo, sí, pero está cansado, hay un ruido como de mosconeo, hace una temperatura reconfortante, la cabeza de la persona empieza a oscilar pendularmente ¡¡¡ se ha dormido ¡¡¡ ¡¡¡ que ese sueñecillo, le sea reparador ¡¡¡ . Si sigo así algo parecido me pasara a mí.