El vino gallego de toda la vida
El ribeiro es algo más que un vino en Galicia, es el vino de toda la vida, el más emblemático y
famoso de esta tierra, firmemente enraizado en la cultura gastronómica y divulgado por sus paisanos en buena parte del mundo. El área de
cultivo de esta D.O se extiende al
Oeste de la provincia de Ourense en
las riberas de los ríos Avia, Miño y
Arnoya. Una zona que goza de un
microclima atlántico, con bajas temperaturas en invierno, altas en verano y
riesgo de heladas primaverales.
El
viñedo está asentado en laderas y llanos, sobre suelos granítico-arcillosos,
más bien ácidos; unas tierras que han sustentado durante mucho tiempo una
abultada gama de variedades.
En
la actualidad la D.O ha
reestructurado el viñedo, potenciando vides autóctonas, en especial Treixadura y Torrontés para los blancos, y
Caiño, Brancellao y Sousón para los tintos.
El
empuje del ribeiro ha tardado mucho
en producirse y no hace demasiados años que el 100% de las bodegas de la zona
están acogidas a la D.O. El éxito
alcanzado por sus vecinos con el
albariño, parece haber propiciado el cambio de actitudes experimentado por
los cosecheros de la zona, que han empezado a encaminar sus esfuerzos para
extraer de las magníficas uvas de
Galicia un vino a la altura de las mismas. La tecnología moderna ha
conseguido cambiar en cristalino un líquido tradicionalmente turbio y dotarlo
de elegancia que es capaz de
transmitirle una inmejorable materia prima bien elaborada.
De
la perfecta combinación del suelo, el clima y la uva, surgen unos excelentes vinos blancos de aroma
fresco y afrutado con matices florales. En la boca son agradables y sabrosos, con una buena acidez y una
agradable sensación de frescura. En cuanto a los tintos todavía les queda un largo camino por recorrer ya que
actualmente los mejores no pasan de tener una calidad media baja. Pero con tiempo y buenas técnicas
enológicas, espero mejoren y mucho.
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