Vinos de Tarragona

Tarragona es una de las provincias españolas de más tradición vinícola. La diversidad de vinos que se elaboran dentro de sus límites provinciales creó, en un principio, dificultades a la hora de definir las distintas Denominaciones que acoge en su territorio.

La Denominación de Origen Tarragona, ampara unos vinos que siempre han tenido una clara vocación exportadora. La actividad comercial del puerto de Tarragona ha sido decisiva en su historia vinícola y las numerosas bodegas ubicadas en él, muchas centenarias, dan testimonio de su brillante pasado.

Los viñedos se extienden por dos subzonas diferenciadas: Tarragona Campo, llana y de suelo fértil, a las espaldas de la ciudad y el puerto y que goza de un clima totalmente mediterráneo, y la subzona de Falset, hacia el oeste, flanqueada por  blancos continentales. Los suelos en general son muy calizos y poco fértiles y en las áreas más próximas al mar predomina el aluvión.

La tradición vinícola de Tarragona es milenaria y al parecer fueron los griegos los cultivadores de las primeras cepas. Pero fue durante el Imperio romano cuando la presencia de la vid se consolidó. Los bárbaros y musulmanes acabaron con la viña romana tarraconense, que sería replanteada a partir del siglo XII, en tiempos de la Reconquista. El viñedo actual, por tanto y como en casi toda la península tiene su origen en el establecimiento de las ordenes monásticas. Más tarde, la apertura al comercio americano fue vital para la supervivencia de la vid en Tarragona, que vivió buenos momentos antes de la llegada de la filoxera.

En Tarragona se comercializa todavía mucho granel y sigue teniendo un papel  importante como suministradora de materia prima, sobre todo para el cava.

Los blancos que se elaboran en la D.O. tienen un carácter mediterráneo. Son de calor amarillo pajizo y tiene ciertos matices que recuerdan las hierbas del monte. Los rosados, de color frambuesa o salmón, tienen un marcado carácter frutal. Los tintos, por su parte, son cálidos y con cuerpo, los más destacables proceden de la zona de Falset. El Tarragona Clásico es un vino de postre licoroso y rancio, sometido a un largo envejecimiento, se produce muy poco, es un autentico tesoro.