El vermouth
Es un vino fortificado con sabor herbáceo,
aromatizado con hierbas silvestres y especias que se elabora en muchos países
de tradición vinícola. El vermouth puede
presentar diferentes estilos. El más tradicional es seco y amargo, aunque la demanda del mercado se inclina más
hacía vermouths menos alcohólicos y
con una menor intensidad de sabores herbáceos.
El vermouth posiblemente encuentre sus antecesores
en los vinos elaborados a base de
hierbas silvestres que se producían ya en la
antigua Grecia y en Roma. Sin embargo, el concepto de vermouth surgió por primera vez en el siglo XVI, cuando se puso de
moda un tipo de vino llamado wermouth al que se atribuían
propiedades medicinales por su composición herbácea, que pronto tuvo adeptos en
los más altos círculos de la sociedad europea.
La
producción de vermouth como bebida
con propiedades curativas se extendió rápidamente durante el siglo XVIII,
comenzándose su producción y
comercialización en la región italiana del Piamonte.
Actualmente se suelen clasificar los vermouths por su tipo y color.
Pueden ser rojos y dulces, estilo
que se atribuye al modelo italiano de
producción de vermouths. Y blancos y
generalmente secos, al modo francés. El
vermouth se elabora a partir de vinos
de mesa corrientes que constituyen la base que posteriormente se aromatizara con hierbas de varias
clases, por medio de un sistema de
infusión de especias y hierbas, en el caso de los vermouths artesanales. Actualmente la demanda de este producto ha
obligado a los productores a sustituir las
técnicas de infusión por la adicción de concentrados herbáceos de distintas procedencias. Endulzados posteriormente con vinos dulces pasan por un proceso de
pasteurización y filtración. Algunas de las primeras casas de elaboración de vermouths, Martini, Noilly Prat y Cinzano, aún
continúan siendo las pioneras mundiales en la elaboración de este producto. En España es de destacar por su calidad, los vermouths producidos en Tarragona y
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