Alcohol I

Después del agua (que representa entre un 85 y 90% del volumen del vino), los alcoholes son los componentes más importantes del vino.

Por supuesto, el etanol o alcohol etílico es el más abundante. Admitido que el grado alcohólico de los vinos varía de 9 a 15º, el alcohol representa de 72 a 120 g/l. El 0,5 % de esa cantidad corresponde a otros alcoholes distintos del etanol.

Los alcoholes se forman durante la fermentación alcohólica y su concentración depende de varios factores.
-La cantidad inicial de azúcar de la uva, es decir, de su madurez.
-La especie de levadura responsable de la transformación de loa azucares en alcohol, ya que los rendimientos suelen ser distintos según la cepa de levadura.
-Las condiciones físico-químicas de la fermentación alcohólica: temperatura, sulfitado…

Además del etanol, los principales alcoholes que se encuentran en el vino son:

-El glicerol o glicerina, que es el tercer componente más importante del vino, con un sabor azucarado que contribuye al dulzor del vino.

-El metanol, que se produce a partir de la pectina de las uvas. Es más abundante en los tintos que en los blancos, ya que  durante la maceración del mosto se enriquece en esas sustancias pécticas.

-Los alcoholes superiores son homólogos del etanol. Los más importantes desde el punto de vista sensorial, son los tres hexenoles que se forman a partir de los acidos grasos de la uva y poseen un marcado aroma a hierba recién cortada; su concentración en el vino suele tomarse como un testigo del grado de maceración con el hollejo.

-Otros polialcoholes son el butilenglicol, el inositol, el manitol y el



sorbitol. Algunos de estos compuestos, por su sabor dulzón, suelen usarse en la industria del chicle como sustitutos del azúcar.

Conocer todos estos extremos, nos va a dar más elementos para disfrutar adecuadamente de un buen vino…


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