Degustación o cata I
Acto
de catar o degustar. Comprobación
sensorial de las características y cualidades del vino. La cata puede
realizarse exclusivamente como método de análisis
del vino o como un paso previo al
servicio o consumo de un vino.
Los orígenes de la
degustación se
remontan a la antigua Grecia, donde ya existía un comercio organizado y
conocedor del vino. En el acto de la
degustación intervienen tres de los sentidos (vista, olfato y gusto). La
experiencia y habilidades propias del catador determinarán el grado de pericia
en la cata.
La degustación se inicia por la comprobación visual del vino. El ojo verificara la
corrección del color, presencia de elementos sólidos, resistentes a la
clasificación. Asimismo la cata visual permite
comprobar la existencia de carbónico en el vino que se detecta por la formación
de pequeñas burbujas. El color del vino dependerá
en gran medida de las características propias de cada variedad, que otorgara
matices particulares a un mismo tipo de vino.
La cata visual se realiza utilizando
una copa clara, preferentemente lisa
sobre fondo blanco. La inclinación de la copa permite el color del borde que forma
el vino. En los tintos un ribete
violáceo puede indicar juventud, mientras que los tonos ambarinos denotan
oxidación. La intensidad del color también
proporciona información acerca de la edad. Una
gran intensidad de color puede indicar en los tintos largas maceraciones.
En el segundo estadio de la degustación interviene la
apreciación olfativa. A diferencia de la visual, la nariz y posteriormente la
boca proporcionaran una información completa de la características del vino. La nariz recoge los aromas
que se desprenden del vino, transmitiendo la información a través del
cerebro hasta el bulbo olfativo. Este
punto de la cata requiere memoria. El ser humano puede llegar a
memorizar cientos de olores diferentes. La nariz recoge los aromas volátiles
que se desprenden del vino por la
agitación de este en el interior de una copa….
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