Albillo uva netamente española I

Aunque se desconoce su origen, apenas  existe fuera de España. De su presencia se tiene noticia escrita desde el siglo XV.

De color amarillo dorado y aroma penetrante característico, presenta un sabor ligeramente dulce debido a los azúcares  no fermentados y a la abundante glicerina que  contiene. El sabor del albillo es persistente y deja un leve regusto amargo. El porte de la cepa es rastrero, se caracteriza por la hoja pequeña, pentagonal puede parecer trilobulada con el haz verde muy oscuro y el envés muy claro. El racimo es pequeño, muy suelto y de forma variada: cilíndrica,  cónica corta y  a veces  doble con alas.

La brotación y la madurez son tempranas, por lo que es muy sensible a las heladas primaverales.

Con el mismo nombre, aunque distintas hay un gran número de especies (homónimas), así los albillos de Madrid, Cebreros y Ribera del Duero son diferentes entre sí aunque tengan la misma denominación.

Con distintos nombres se nombra al albillo, dependiendo de la región (sinonimias):
Albilla (Guadalajara), Albillo de  Cebreros (Ávila), Albillo de Madrid, Albillo de Toro (Zamora), Blanco/a del País (Burgos y Soria), Castellano (Cádiz y Castellón), Gual (Canarias) y Nieves Temprano (Zaragoza).


En realidad, la albillo también aparece en la provincia de Valladolid, donde se ha utilizado tradicionalmente e pequeñas porciones para realzar el aroma de los tintos, como se hacía en los vinos de Vega Sicilia, e intervenir en el



coupage de los rosados de Cigales. Estos últimos frescos y afrutados, tienen un color piel de cebolla característico, más claro que en otros vinos de este tipo debido a la mayor proporción de uvas blancas que intervienen en la mezcla. Los mejores ejemplares de vinos afrutados con esta uva se están realizando en la Ribera del Duero fuera de la reglamentación de su Denominación de Origen. …

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