Una D.O pequeña y selecta Alella

Situada al norte de la ciudad de Barcelona esta pequeña Denominación de Origen sobrevive heroicamente entre la presión ejercida de un lado por la gran ciudad y de otro por el empuje turístico de la costa mediterránea. Como  consecuencia de esto, la especulación del suelo es enorme, los precios muy altos y los terrenos de cultivo escasos.

El viñedo de Alella se asienta sobre unos suelos arenosos y de naturaleza granítica, conocidos con el nombre de sauló. Son tierras de color blanquecino, de gran permeabilidad y buena capacidad para retener los rayos solares, lo que permite una buena maduración de la uva. El clima es mediterráneo con temperaturas moderadas en invierno y veranos calurosos aliviados por las brisas marinas. Las precipitaciones son escasas y a veces se presentan en forma de tormenta.

En cualquier caso todo el viñedo crece en suaves pendientes muy bien drenadas

Las variedades admitidas por la D.O. son las blancas: Pansá Blanca, Garnacha Blanca, Pansá Rosada, Picapoll y Malvasía todas ellas autóctonas, a las que se suman Macabeo, Parellada, Chardonnay y Chenin Blanc, y las tintas Garnacha Negra, Garnacha Peluda, Ull de LLebre (Tempranillo), Merlot y Cabernet Sauvignon.
Aunque bajo la Denominación se elaboran tintos, rosados y blancos, son estos últimos, ya sea en la versión secos o semi secos, los vinos predominantes y que por  su excepcional calidad, han adquirido fama mundial.


El Alella blanco tradicional es ligero, aromático y bastante suave, sin llegar a ser dulce. 

Los rosados resultan frescos y sabrosos en boca. Los tintos aunque a mucha distancia de los blancos están resultando muy interesantes





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