Preguntar en la calle

Las gentes van, vienen, se desplazan. Se pierden o no saben dónde van. ¡¡¡ Se les va el santo al cielo!!! , como se dice coloquialmente hablando.

A mí, me preguntan mucho, cuando tránsito por las calles de Madrid, de donde soy natural. Te preguntan las cosas más heterogéneas, ¿Dónde esta calle? ¿Dónde este organismo oficial? ¿Dónde esta este monumento? ¿La farmacia más próxima?...

 El que me pregunten a mí, siempre me ha producido extrañeza. Existe una costumbre casi tradicional en España de preguntar especialmente a personas que lleven uniforme; policías, militares, barrenderos, etc. Y a algunas personas que por el físico y pinta que tienen despiertan confianza en la población despistada. La extrañeza por el que me pregunten viene dada por mirarme en un espejo. Soy muy mayor, calvo, con una pinta de despistado terrible y siempre mirando las musarañas.

En mi historias como guía o  descubridor amateur de mi ciudad, me han ocurrido cosas extrañísimas. Gentes que me preguntaban por una calle y estábamos en ella. Personas que iban buscando un número determinado de una calle, lo señalaban con el dedo y no se daban cuenta que era el número que andaban buscando y así multitud de casos. Pero solo voy a citar para no aburrir un caso original.

 Andando por una amplia calle cercana a mi domicilio, llena de comercios, se me acerca un hombre medianamente joven, perfectamente trajeado y me pregunta por una determinada calle, yo que la conocía perfectamente , le informo; baje por aquí, tome la primera a la izquierda, siga a la derecha y al final encontrara la calle que busca.

No sé qué sexto sentido me dijo, que siguiera a esa persona, porque me iba a divertir y efectivamente, lo que le dije a la izquierda, se fue a la derecha y lo de la derecha a la izquierda.


¿Por qué en vez de tanto preguntar, no leemos los cartelitos y aprendemos donde tenemos la mano derecha? ¡¡¡ Vamos  pienso yo!!!




Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo