Un problema actual con mucha miga. La elección de pan

El paso del tiempo y las modas que cambian constantemente nuestra manera  y hábitos de vida en todos sus aspectos sin excluir naturalmente a los alimentarios.

Existe en nuestra alimentación un producto que ha tenido vaivenes constantes hasta llegar a pesar de todo, al esplendor del que hoy goza. Ese producto con connotaciones inclusive religiosas es el Pan.

El pan en los últimos años, ha pasado por distintas fases, desde tildar su consumo de aberración por lo mucho que engorda, a considerar su consumo como fundamental para mantener un difícil equilibrio en nuestra alimentación. Todo esto ha llevado a multiplicar casi hasta el infinito, las formas de elaboración de este producto. Puede contener todo tipo de cereales, frutos secos, frutas diversas y aditamentos varios.

Esto ha producido sobre todo en las ciudades, la aparición de establecimientos que se dedican a su venta que incluso ya no se llaman “Panaderías” sino “Boutiques del Pan”. Son lugares blanquísimos con mucho metal que refulge, empleados con uniformes impolutos que nos venden el producto, cogido de una aséptica balda con las manos rigurosamente enguantadas y que nos entregan en súper higiénicas bolsas. Parece que nada tiene que ver  con esas antiguas Panaderías de mostrador de madera cubierto de la harina que dejaban las barras que vendían allí personas normales, vestidas normales.

Ahora el problema se nos presenta al ir a comprar el pan, ante la variedad que nos ofrecen. ¿Cuál comprar de trigo salvaje, desnaturalizado, multicereales, espelta…? ¿Cuál tendrá más fibra, menos residuos? ¿Seremos yo y los míos alérgicos a algunos de los cereales de estos panes?

Tomo una decisión, me dirijo al vendedor y pido lo que creo desear, me hace más preguntas ¿lo quiere caliente recién sacado del horno o frio? ¿Entero o en rebanadas? ¡¡¡Dios mío, que difícil lo ponen!!! ¡¡¡ Si solo es pan para comer!!!

Cuanto echo de menos lo que  en mis tiempos jóvenes era ir a la panadería y pedir ¡¡¡una pistola tostadita, por favor!!! Cogerla por el centro con un trocito de papel y salir del establecimiento tan contento, y sin pensar tanto.