Denominación de Origen, Calatayud
Es
una Denominación en recesión en
cuanto a zona de producción se
refiere. El desinterés mostrado por una
parte de las bodegas, junto con el cada día más pujante sector frutícola,
ha relegado al viñedo a los terrenos más pobres, provocando un descenso considerable en la
producción de uvas en los últimos años.
La
zona, acogida, a la Denominación, se
localiza en la parte más occidental de la provincia de Zaragoza a lo largo de 43
municipios de la región natural del valle del Ebro. Las vides crecen en las riberas del Jalón y su afluente el Perejiles,
en terrazas que trepan por las laderas, rondando a veces los 1000 metros de altitud. Son tierras
áridas, pedregosas y de composición caliza, sometidas a un duro clima, que
alterna inviernos muy crudos con veranos largos y calurosos. Condiciones
que, sin embargo, inciden positivamente en beneficio de la calidad de la uva proporcionando vinos muy equilibrados a medio camino entre los de Somontano y Cariñena-Borja.
El Consejo Regulador autoriza las variedades blancas Macabeo, Malvasía, Moscatel y Garnacha
Blanca y las tintas Mazuela,
Tempranillo, Garnacha Tinta y Monastrell. En los últimos años, los vinos rosados están manifestado un
buen nivel de calidad y hace gala de un
color frambuesa vivo y son muy agradables de beber por su frescura y
ligereza. Los tintos de la zona presentan
un potencial muy interesante para su exportación
tanto nacional como internacional.
Las
bodegas de esta Denominación tienen
todavía estructuras de comercialización de estos caldos muy primarias e
incipientes, lo que impide un aumento de ventas en consonancia con la calidad
de estos caldos.
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