Por fin, llegó el invierno


Por fin tienen razón, las personas que parecían buscar el frio embutidas en conjuntos de ropas auténticamente polares, que influidas por el calendario invernal paseaban por la ciudad, bajo las  caricias de un brillante sol otoñal, buscando temperaturas acordes con sus vestimentas casi esquimales, que no llegaban a marcar los termómetros.

La naturaleza, no admite avisos ni recomendaciones de nadie, nadie le manda, retrasa sus fenómenos o los adelanta porque si, bastante la alteramos con nuestras prácticas antinaturales como para adaptarse a nuestras exigencias. En días pasados, las temperaturas han sufrido un terrible bajón, sobre todo en horas nocturnas, momento en que alcanzan valores de varios dígitos bajo cero. El contraste entre los valores térmicos mañaneros a los que se sufre por la noche, es espectacular, todo esto acompañado de una carencia absoluta de lluvias y nieves, por otra parte lógicas de la estación invernal, ha hecho de Madrid, una ciudad cubierta por una inmensa boina de contaminación ambiental, que si no llueve pronto y en cantidad, este envenenado ambiente va a terminar con todos nosotros, pobres habitantes de una ciudad contaminada por los humos que surgen de coches, calefacciones, (las medidas municipales de contaminación, un verdadero fracaso)...y ahora  con un frio glacial.

Este tiempo invernal, casi polar ha quitado la razón a los agoreros, que afirmaban en cualquier medio, que no iba a haber invierno (cambio climático) y se la ha dado a los sufridos madrileños, que casi desde el principio del mes de octubre, han ido y van vestidos con gruesos y guateados abrigos, calzados climatizados, pieles como esquimales, gorros...junto una variedad enorme de otros aditamentos anti frio. ¡¡¡ YA TENEMOS FRIO, HA COSTADO!!!

Esas calóricas vestimentas, las casas y lugares públicos con una calefacción propia de la entrada del infierno junto a la fría temperatura reinante, han provocado la aparición de una enorme epidemia de gripe, catarros y otros trastornos respiratorios, que han encontrado un excelente caldo de cultivo entre las diferencias de temperaturas interiores, exteriores, el vestuario y la contaminación que nos agobia.

Esperemos que unas próximas lluvias y alguna corriente de aire, sean un lenitivo provisional a los males que nos aquejan a los pobres urbanitas.








¡¡¡¡NO VIVAMOS CON EL CALENDARIO, LA NATURALEZA NOS MANEJA, DEFENDAMONOS A TIEMPO DE SUS ENVITES!!!!

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