Las comilonas y los comilones
Una
comida esplendida, abundante y variada, es una comilona y una persona que come
mucho o desordenadamente, o que disfruta mucho comiendo, es un comilón.
Estamos en plena celebración de unas fiestas
donde el lema fundamental, debería ser “PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD” y
que el disfrute, el ansia de consumir, lógicamente en el primer mundo (EL 80%
DE LA RIQUEZA DEL MUNDO, ESTA EN MANOS DEL 20% DE LA POBLACIÓN) se convierte en
una auténtica orgia en la cual los alimentos es una parte importante de la
misma.
Desde hace un par de meses, la preocupación
de los hogares, es comenzar a comprar alimentos para congelados adecuadamente,
empezar a crear la base de los ágapes pantagruélicos, a celebrar en estas
fechas tan señaladas, ya que como la demanda no ha empezado a apretar, los precios
de los alimentos exquisitos que se consumen estos días están más baratos, el ir
y venir de bolsas y paquetes es incesante.
Hay que comer mariscos, cuanto más caros
mejor. Es un signo de distinción y de opulencia, valgan lo que valgan, consumir
las cigalas o nécoras más gordas y caras de nuestros conocidos, ¡¡¡ ES
NAVIDAD!!! Es una vez al año y no hay que parar en gastos. Lo mismo ocurre con
las carnes y pescados más exquisitos, que hay en los mercados. ¿No acordamos,
que a pesar del gran derroche, hay muchos conciudadanos, que apenas pueden
comer en estos glotones días?.
Consultando estadísticas de asistencia a
CENTROS DE SALUD, de presuntos enfermos, después de estos gulosos y voraces
días, vemos no sin cierto asombro que las consultas relacionadas con el aparato
digestivo, alcanzan uno de los picos anuales de asistencia.
Bonito negocio, hemos gastado un dineral a
veces necesario para otras cosas, para comer y beber sin freno y luego terminamos
en la CONSULTA DE UN MEDICO, ¿Es esta, una conducta lógica y equilibrada?. Encima
para conmemorar un acontecimiento de alguien que nació y vivió pobre, para
aliviar a los demás. Vivamos más moderadamente, huyamos de las enfermedades
gástricas y busquemos la alegría de estas fiestas, que de verdad la tienen
¡¡¡SEREMOS MAS FELICES Y SIN COLESTEROL!!!
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