Las islas invitadas









El poeta Manuel Altolaguirre (Málaga 29-06-1905//Burgos 26/07/1959) hizo crecer este poemario con los años, como si de un organismo vivo se tratase, por lo que constituye la obra paradigmática de su poesía.
Las sucesivas ediciones de esta obra (1936, 1944 y 1946) aumentaron la cifra de los poemas en ella incluidos hasta los definitivos 137, entre los que se encuentra la práctica totalidad de la primera época de su producción poética. Ésta se caracteriza por la espontaneidad, la claridad en la expresión y una extraña magia, con el amor como asunto central.

El libro está dividido en trece títulos, bajo los que Altolaguirre fue agrupando los poemas que consideraba más representativos de su trayectoria, algunos de ellos ya publicados con anterioridad en otros poemarios o revistas. No es, así, extraño, que la última de las ediciones presente un aspecto heterogéneo, como de resumen o culminación de este poeta vanguardista, a ratos neorromántico, de la ‘Generación del 27’.

PLAYA (1926)

Las barcas de dos en dos,
como sandalias del viento
puestas a secar al sol.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Sobre la arena tendido
como despojo del mar
se encuentra un niño dormido.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

Y más allá, pescadores
tirando de las maromas
amarillas y salobres.

Yo y mi sombra, ángulo recto.
Yo y mi sombra, libro abierto.

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