Agoniza el comercio tradicional madrileño
La
historia de una ciudad, se va haciendo sumando a la tradición de su devenir, el
progreso diario que la va adecuando a los tiempos actuales, para estar siempre
al día al servicio de sus habitantes.
En
el año 1578, surge en la calle Mayor 59, entre el Mercado de San Miguel y la
Plaza de la Villa, una farmacia fundada por un alquimista veneciano, siendo hoy
el establecimiento madrileño más antiguo “LA FARMACIA DE LA REINA MADRE”, que
entre otros tesoros conserva una receta de D. Miguel de Cervantes.
Con
el paso del tiempo, va surgiendo una red de pequeños comercios de proximidad
(comercio tradicional) para el servicio y disfrute de los madrileños.
Hoy,
el comercio tradicional sobrevive entre tremendas dificultades gracias a dos
tipos de clientes: los tradicionales de toda la vida y los curiosos (nacionales
y extranjeros), que buscan algo original. En el futuro, el negro nubarrón de la
falta de ayudas públicas, así como el vencimiento de los contratos de renta
antigua para los no propietarios, con la consecuente e inasumible revisión del
alquiler que, en la práctica, equivale a su cierre.
Todo
el mundo ve normal que la Administración ayude a conservar un edificio o una
iglesia, ¿por qué no un comercio histórico que es también un bien cultural?
¿Por qué como bien cultural, no se les exime de pagar el IBI, por ejemplo?. Las placas
conmemorativas que se entregan a los establecimientos centenarios, no son más
que reconocimientos simbólicos.
Un
ilustre escritor canario, aunque madrileño de corazón, hace una emocionada y
emocionante descripción del comercio, hoy tradicional madrileño, en una novela
de las Grandes Obras Maestras de la Literatura Española: “FORTUNATA Y JACINTA”,
nos lleva de la mano desde: El Mercado de San Miguel hasta el Mercado de la
Cebada, deteniéndose en las pastelerías, cordelerías, zapaterías,
pollerías...del camino.
Pues
todo esto está casi destruido, levantándose en su lugar asépticos
establecimientos globalizados, sucursales de Empresas Multinacionales que
quieren convertir la ciudad en “un parque temático-turístico” para su propio
beneficio.
¡¡¡SALVEMOS
LA HISTORIA DE MADRID, Y SU PERSONALIDAD!!!
¡¡¡
EL COMERCIO TRADICIONAL NO DEBE MORIR, RESCATEMOS POR LO MENOS LO POCO QUE QUEDA!!!
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