¡¡¡ Basta ya de puertas giratorias!!!

octubre 11, 2018

Estos días en los que se habla tanto y con rabia, de la tremenda subida del recibo de la electricidad que usamos en nuestros hogares, pensemos. Se sacan a relucir todo tipo de motivos, como causantes de estos desaguisados económicos, que tanto influyen en el confort de nuestra vida diaria (cambio climático, disminución de la demanda, impuestos diversos, préstamos a las eléctricas que no devuelven...), pero arteramente no se mencionan otros, para mí de capital importancia.

La puerta giratoria, designa de forma coloquial, el hecho de que un alto cargo público se marche a trabajar a una empresa privada, obteniendo beneficios de su anterior ocupación politica, ¿Cuántos ex-altos cargos gubernamentales, trabajan en altos cargos o son consejeros de empresas privadas de electricidad?.

Sin contar con segundos y terceros escalones gubernamentales de mando, en los últimos gobiernos de González, Aznar y Zapatero, tres de cada diez ministros al cesar en su cargo, dejan la política y se embarcan en actividades en la empresa privada (muchas relacionadas con su anterior cargo público). Estas actividades, son de dirección y en muchos casos de representación ante la Administración, en la que anteriormente habían trabajado. ¡¡¡ ¿EMPEZAMOS A VISLUMBRAR, EL PORQUE DE MUCHAS SUBIDAS?!!!.

Los ex altos cargos, sin entrar directamente en las nóminas de las Grandes Compañias, se dedican a trabajar de manera indirecta, para ellas forman sociedades se asesoramiento o “lobbys”, con intereses comunes, que realizan acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover decisiones favorables a los intereses del sector concreto que representan, en este caso el eléctrico.

¿Para cuándo una aplicación justa y rigurosa de la ley de incompatibilidades?. ¿Hasta cuándo la elección para altos cargos de personas que llegan a la política a servir y no a servirse de la misma?.¿Para cuándo, una alta formación académica a las personas de vocación política marcada?...

Hay que dignificar la actividad política, para hacerla atractiva a personalidades brillantes que hoy no quieren ni hablar de ella y que tan necesarias serian en el gobierno del país.