Alejandro Fernández-Tinto Pesquera
En
la reciente memoria del vino español nunca una marca que no tuviera historia de
sagas o mercadotecnia llegó a pasearse por las mesas mundanas y a ser
reconocido por los más insobornables catadores. Alejandro Fernández fue lo que
hizo con su “Tinto Pesquera” recrear los vinos que bebía en su juventud.
En
el éxito de Pesquera se dieron cita: la tierra, las buenas uvas, la tozudez de
Alejandro Fernández y la suerte de que una botella cayera en las manos del
celebérrimo critico norteamericano que lo incluyo con una puntuación de 100, en
su celebérrima e influyente publicación.
Pesquera
era un vino contrario a todo lo que en este campo se hacía en España en aquellos momentos. Se le llegó a
comparar con el “Gran Petrus”, el vino más caro del mundo. Hoy el Pesquera es
el modelo perfecto del tinto más clásico
de la Ribera del Duero. Hoy forma el terceto de los mejores con Pingus y Abadía
de Retuerta, por lo menos para mi gusto.
La
bodega está enclavada en Pesquera de Duero, donde se cultivan más de 150 ha de
viñas, todas tempranillo. Las instalaciones son de corte actual, y muy funcionales
y sin alardes decorativos o artísticos, con 7500 barricas de roble americano.
Alejandro
Fernández es el alma de Pesquera. Su voluntad de hierro hizo que su creación
rompiera moldes, ya que Pesquera se convirtió en el primer Ribera del Duero de
lujo, en un momento en el que en la región solo había claretes alcohólicos y el
único destello era Vega Sicilia que aún hay que considerar capítulo aparte.
La
colección de medallas, y premios son numerosísimos, las citas por parte de los
críticos especializados son constantes e
incontables.
Viña
Pesquera es el triunfo total de un visionario que se adelantó a su tiempo, y
hoy día con gran cantidad de seguidores han dignificado y dignifican la D.O.
con sus creaciones.
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