Si vas invitado, no protestes


El ofrecimiento para participar en una celebración o acontecimiento, es como define el DRAE, la palabra invitación.

La conducta social de las personas o grupos sociales, ante esta participación está en muchos momentos llena de contradicciones en algunos casos espectaculares. La primera reacción a una invitación (social o familiar) sincera, es la de un agradecimiento también sincero, nadie tiene obligación de invitarte y al hacerlo, significa, que algo siente hacia ti, o necesita de ti (cortesía, interés, cariño...).
Hay personas que ponen toda clase de cortapisas a estas invitaciones (actos sociales, familiares,  corporativos...), no contestan pero en cambio se presentan en el último momento, descabalando los planes al anfitrión, a pesar del famoso SRC (S e, R ruega, C ontestación), critican ferozmente donde se va a celebrar el acto, el momento y en que va a consistir este, colaborando activamente en el deslucimiento del mismo. Porque normalmente no hablando  de los inconvenientes que ven en el acto, con los organizadores del mismo, sino a sus espaldas.

Es curioso observar, las distintas reacciones que produce en sus destinatarios la llegada de una invitación bien por vía personal o por escrito. Si se trata de alguna celebración de tipo familiar, siempre el gesto será de sorpresa y el comentario tonto en forma de interrogación, casi siempre será el mismo, ¿habrá que regalar algo?, con lo mal que me viene este mes. Ya se trate de bautizo, boda, graduación...siempre habrá que comentar algo en forma negativa...

Ya ante la aceptación de la obligación de acudir por el motivo que fuere, pensamos sobre todo, si se trata de una boda ¿tendrán cuenta en algún Banco?  ¿Aceptaran dinero...?. En todos los casos, siempre habrá un momento, para hacernos esa pregunta tonta a la que me refería antes.

En nuestro imaginario de educación social y familiar, siempre debe ocupar lugar de preferencia la palabra mágica, NO. Tenemos que aprender a decir, NO, cuando se nos pide o se nos invita a algo que está en contraposición a nuestros intereses personales, familiares y sociales. El NO, ser decididos, ya que no decir NO a una invitación inaceptable, nos lleva a ser necesaria y totalmente solidarios con la misma y no poder protestar.








¡¡¡¡SI ACEPTAS IR A ALGO INVITADO, NO PUEDES PROTESTAR!!!!

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