Elecciones a manta (4)
Reforzando
filas y fichando figuras
Los
equipos de futbol, muy ricos, ricos y menos ricos, cuando terminan las
temporadas competitivas, hacen recuento y se dan cuenta que han tenido fallos garrafales
en distintos puestos del equipo, porque los jugadores que los ocupaban, no han
dado el resultado esperado, o no han conseguido las recaudaciones
presupuestadas, porque los jugadores no tienen el necesario tirón mediatico y
además no tienen cantera local.
Lo
mismo está ocurriendo con los partidos políticos españoles, que al llegar el
momento de conformar sus listas electorales, cara a los próximos comicios electivos,
se dan cuenta de que tienen pocas figuras con tirón y que las que pensaban que
lo tenían, no atraen al electorado, porque están quemadas o son inoperantes. ¿Qué
hacer?, salir al mercado y conseguir en cualquier caladero político (partido)
esas figuras con tirón mediatico, a cualquier precio (eso se llama favorecer el
trasfuguismo político ¿no estaba prohibido?).
La
cuestión ideológica, que en otro panorama político, tendría su importancia,
aquí en España no tiene ninguna. Parece que
los partidos, han hecho suya, como base de negociación con los posibles
trásfugas, la famosa frase del inefable
Groucho Marx “YO TENGO ESTOS PRINCIPIOS, SI NO LE GUSTAN TENGO OTROS”,
(elecciones primarias, en algunos casos amañadas, promesas de cargos
importantes...)
El
precio a pagar por los traspasos, suele ser casi siempre, una posición de
privilegio en la papeleta electoral partidaria de la confrontación elegida, lo
que asegura prácticamente sin riesgos, el codiciado escaño e inclusive si todo
es favorable, una poltrona ministerial.
El
ejercicio de la acción política, debe ser en principio algo vocacional, se
desea solucionar problemas a los demás, en función de unas convicciones
personales. Así la política, se convierte en una acción vocacional y de servicio hacia los demás, siendo algo
perfectamente honorable y digno de aprecio.
Pero
cuando, se acercan al pesebre de la política, gente que quieren servirse de la
actividad y no servir, como dijo alguien “HE VENIDO Y ESTOY EN POLITICA, PARA
FORRARME...”, esto se convierte en un fraude y un robo a la comunidad, en una palabra
CORRUPCIÓN, lo mismo se puede decir de quien usa la actividad política como
venganza o también desde su dorada jubilación de la actividad anterior, han
visto en esto UNOS JUGOSISIMOS INGRESOS COMPLEMENTARIOS a la pensión (si hay
que cambiar de principios, se cambia.)
¡¡¡
Pero cuanto desaprensivo hay suelto...¡¡¡, seguiremos...
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