Una casa, no es un quirófano
Una
familia, es un grupo de personas emparent
adas, o conocidas entre sí, que viven juntos en un edificio o parte de él, teniendo una convivencia entre ellos, agradable y enriquecedora para todos.
La
convivencia diaria, es una de las más difíciles asignaturas a las que tienen
que hacer frente las familias o personas que viven juntas, ya que, los
caracteres, personalidades e incluso manías, son únicas e intransferibles,
teniendo que ser el pacto y el acuerdo
la clave para que los problemas de relación no terminen en un proceso de guerra
no declarada.
Un
tipo humano muy corriente, y bastante incordiante en una casa, es la persona
que cree que todo está sucio y fuera del lugar que debe ocupar en la digamos
decoración de la vivienda. El trabajo de esa persona es incesante y baldío, las
personas viven, usan las ropas y objetos, andan y se mueven, llenan de vida la
casa.
Una persona roza una mesa,
deja un vaso en el fregadero, ahí está el ángel de la limpieza para
solucionarlo. Se abre el lavavajillas, y el grito de la “persona limpia y
ordenada”, se oye en todo el ámbito, los platos soperos, que por otra parte,
cosa curiosa ya están limpios, ocupan un lugar diferente, al que pensaba, y así
tantos y tantos casos…
Las personas que se creen
con los requisitos “de limpias y ordenadas”, son una fuente diaria de problemas
de convivencia, no pueden pensar que sus
formas de hacer las cosas, no son las únicas posibles, hay más. Deben escuchar y comprender a las personas de su
alrededor, que no están contra ella. Están
para intentar ayudar, si se les permite, pero piensan de otra manera, hablar y
escuchar es el lema…
Pensemos que en una casa,
donde la convivencia sea normal, nunca podrá haber la limpieza y el orden del
quirófano de un hospital, donde esto es necesario, porque de no existir se pondría en juego la vida de
muchas personas…Pero en CASA SEAMOS ELASTICOS, PARTICIPEMOS TODOS CON NUESTRAS
MANERAS DE HACER LAS COSAS, Y ¡¡¡CONVIVAMOS JUNTOS!!!
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