Gigi,Restaurante o Taberna ruidosa


Paseando y en búsqueda de nuevas sensaciones gastronómicas, cerca de mi domicilio, me encontré con lo que en principio parecía un pequeño establecimiento que por lo menos por fuera, parecía agradable y bonito, pensando  que con estos antecedentes, sus guisos nos iban a deleitar (iba acompañado de mi esposa), nos gustó y ayer sábado decidimos entrar a cenar.

El establecimiento pequeño desde luego, tiene como dos ambientes, a la entrada, con muebles con recuerdos ingleses, dentro de lo que cabe con ambiente cálido. La zona de atrás, cuatro mesas, auténticamente tabernaria, muebles más incomodos y el ruido de las conversaciones y voces aterrador, todo esto ayudado de una música estridente. Me entere perfectamente de las conversaciones de las mesas de al lado y me era imposible oír lo que me decía mi esposa, que la tenía enfrente. ¡¡¡ COSAS DE LA ACUSTICA !!!.

Nuestra Comanda fue: Empanadillas de guiso ibérico y pico de gallo de encurtidos, nada especial (con un suave y reiterativo picante, que se repitió exactamente, en el resto de la cena ¿?). Pulpo frito con Wakame y Alioli dulce, (para mí, un maridaje, que terminó en divorcio). Garbanzos melosos de Calamares y Shiitake, (otro maridaje fallido, para mí, repito, para mí). De postre tomamos una tarta de queso, intrascendente. Lo acompañamos de un buen tinto Rioja, Viña Elzaga y cerveza normal.

Servicio: amable y eficiente, milagros no pueden hacer. Precio: para lo consumido (raciones menguantes), caro.







Abandonamos el establecimiento, locos por el ruido tremendo y el calor reinante. ¡¡¡ NO HA SIDO NUESTRA NOCHE, OTRA VEZ SERA !!!

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