En un herbolario…


Desde hace un tiempo, han proliferado en las ciudades, establecimientos que se dedican  a vender: hierbas, plantas medicinales, productos alimenticios ecológicos…son los herbolarios, también llamados, a mayor gloria del marketing, centros de salud y bienestar…

Observando a las personas que entran en estos establecimientos, no sé porque me parece que tienen muchos puntos de contacto con las que van a los bancos. La gente quiere adquirir con la compra de estos productos, planes de inversión, para mejorar su salud, su presencia y forma física, en una palabra intentar hacer que el tiempo se pare o por lo menos avance a la menor velocidad posible. Es como si en un banco tratásemos de obtener un préstamo en inmejorables condiciones, pero como decían nuestros antepasados romanos “tempus fugit”.

Se ven claramente dos tipos de clientes: los que quieren llevar al máximo una salud que gozan debido a su edad, lo que adquieren suelen ser alimentos sanos, cosméticos ecológicos… y si hay alguna pequeña y pasajera gotera, tratar de encontrar algún producto de origen natural no farmacológico que pueda solucionarlo. Conforme va aumentando la curva de edad de los clientes y sus posibilidades económicas se lo permiten las compras aumentan, hay que encontrar remedios contra achaques que se declaran con el paso del tiempo y tratar de evitar que surjan inopinadamente nuevos.

Las personas recorren los distintos expositores, donde se muestran prácticamente remedios para todo, salvo la muerte jejeje. Examinan carteles y envases con la minuciosidad de un arqueólogo especialista. ¡Menudo!, encontrar remedio para casi todo sin sufrir las intolerancias y problemas que ocasionan los productos farmacéuticos… craso error ya que también puede estos remedios producir esos problemas, por eso pienso que no se pueden usar, sin un consejo especializado. En estos establecimientos de herboristería, suelen haber personas con conocimientos para aconsejar.

Una vez hacen las compras de estos productos, la gente sale del herbolario con la cara del que ha descubierto “la fuente de la eterna juventud”, van a estar mucho mejor y sin los problemas de los medicamentos ¡¡¡ESTO, ES NATURAL!!!. En unos casos si y en otros no.








¡¡¡CUIDADO!!!

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