Madrid no tiene Navidad
Madrid en Navidad se ha convertido en la capital de los
hechos navideños políticamente correctos. En estas fechas salir a la calle
antes, era sumergirte en un mar de luces y sonidos que anunciaban de manera
clamorosa y alegre, las fiestas no del
solsticio de invierno, sino Nochebuena, Navidad, Fin de año y Reyes. Luces
brillantes inundaban el ambiente lleno de motivos y escenas de estas fechas, se podría ser creyente o no pero el alma
con esos adornos, se llenaba de una sana alegría.
Pero en este proceso
imparable de descristianización de las fiestas, creencias que mal que nos pese están en
el ADN de los países europeos, salir a
la calle es un paso para sufrir una
profundísima depresión. Las calles están oscuras, hay algunas iluminaciones que más que dar alegría dan sueño. De los escaparates de los establecimientos comerciales de nuestras calles principales, han desaparecido cualquier motivo que pueda hacer acordar las tradiciones de estos días. Alguna guirnalda luminosa que encuentras, con iluminación repito mortecina muy mortecina, representa unos motivos tan abstrusos, que no hay quien lo entienda. Escobas, guirnaldas rarísimas, signos cabalísticos…¡¡¡ Qué pena ¡!!
En intervenciones de
personas incluso con resonancia social, les preguntan sobre el tema y responden tranquilamente,
que es para no herir las sensibilidades religiosas de otros habitantes foráneos
o no foráneos de la ciudad.
Uno
de los derechos humanos, es el de la libertad religiosa, pero actuemos con
lógica. A mí no me importa que se
celebre con todo lujo y boato, EL AÑO NUEVO CHINO y cualquier ceremonia de
cualquier creencia e incluso me gusta ver todo
esto, pero con una condición que se respeten los valores tradicionales
sobre los que se ha basado la educación que he recibido y ha formado mi carácter.
¡¡¡ RESPETEMOS, PARA QUE
NOS RESPETEN!!! Esa es la primera condición, para que sin
cortedades y complejos, volvamos a encontrar la Navidad de Madrid.
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