Cultivo en bancales
Cultivo
que se realiza en los rellanos de
tierras que se crean en zonas de sierra y colinas o terrenos escarpados. Hay que reconvertir la montaña en escalones
horizontales que sigan el contorno
del terreno.
En España, el cultivo en bancales ocupó una extensión relativamente amplia en el pasado,
pero se ha producido un relativo abandono. Poco o nada queda ya de las terrazas
de sonde salían los históricos vinos de
Ribadavia o, en la costa mediterránea, las malvasías de Sitges o los bancales
de Los Arribes del Duero cerca de la frontera portuguesa.
Las
dos únicas zonas donde actualmente sigue funcionando este patrón son en la Denominación de Origen gallega Ribeira
Sacra y en el Priorat, donde se elaboran algunos de los vinos más interesantes de Europa y con precios a la altura de
la rápida fama alcanzada.
Probablemente,
la zona de cultivo en bancales más
famosa del mundo sea la de la región portuguesa del Douro, donde, siguiendo el curso del rio, crecen en escarpadas
pendientes las uvas que alumbraran el histórico y famosísimo oporto. Aquí se han desarrollado nuevas tecnologías y
maquinaria capaces de paliar los problemas inherentes a este tipo de cultivo (incluso se han llegado a construir
terrazas con tres hileras de viña, lo que supone hablar de una superficie de
cierta entidad). Estampas similares pueden encontrarse en Suiza, en la parte septentrional del Ródano
francés y en otros puntos de Europa.
Algunos
de los mejores vinos del mundo (y
también de los más caros) se elaboran a partir de viñedos cultivados según
este patrón. Y es que en las colinas
parecen concentrarse todos los factores posibles de calidad. Los suelos aquí suelen ser más
profundos, lo que da menos vigor a la planta pero más concentración. Dependiendo de la orientación pueden
garantizar una mejor exposición al sol y, en climas cálidos, se beneficiaran,
por la altitud, de temperaturas más frescas y, en consecuencia, de una
maduración más lenta y progresiva.
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