Decantación
Técnica
o paso utilizado en el servicio de vinos
de vinos viejos, por el que este se vierte en la botella en otro contenedor, con
el fin de evitar que los posibles sedimentos originados en la botella por el paso del tiempo pasen a
la copa.
Aunque
estos son generalmente apreciables a la
vista, pueden conferir un sabor desagradable al vino. Asimismo, la decantación es sugerida por algunos enólogos con el fin de oxigenar el vino antes de su consumo, para que,
al contacto con el aire, el vino pierda
los olores o tufos propios de una larga estancia en la botella. Una decantación violenta o una permanencia muy
prolongada del vino en la jarra pueden
disminuir su calidad olfativa.
Con
frecuencia la decantación solo se
limita a los vinos que han pasado
largos periodos de envejecimiento en la
botella, lo que facilita la precipitación en el fondo de esta de algunas partículas de materias
solidas de origen inherente al propio proceso de envejecimiento.
Los vinos tintos, los
vinos de Oporto, suelen
precisar de decantación, al
presentar un mayor número de sedimentos. En algunos, de edad avanzada, su
contacto con el aire puede acelera su oxidación.
Para realizar la
decantación de la
forma más correcta, es conveniente que la botella
permanezca de pie entre 24 y 36 horas antes de ser abierta, si se aprecian
signos de posos o turbidez. Se utilizara una vela o foco de luz que
permita observar el vino al caer en
el decantador.
El decantador es un recipiente con tapa o tapón generalmente de cristal utilizado en el
servicio del vino durante el proceso de
decantación (separación del líquido de cualquier sedimento formado en la
botella, que puede otorgar al vino
sabores u olores extraños)
Las formas y decoración de los
decantadores actuales depende de las preferencias estéticas y de diseño, pudiendo estar decorados con grabados y presentar asas y diversos colores, aunque generalmente suelen ser de cristal claro, de forma que permitan ver el color del vino.
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