Yo persigo una forma…
Yo
persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón
de pensamiento que busca ser la rosa;
se
anuncia con un beso que en mis labios se posa
el
abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan
verdes palmas el blanco peristilo;
los astros
me han predicho la visión de la Diosa;
y en
mi alma reposa la luz, como reposa
el ave
de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no
hallo sino la palabra que huye,
la
iniciación melódica que la flauta fluye
y la
busca del sueño que en el espacio boga;
y bajo
la ventana de mi Bella Durmiente,
el
sollozo continuo del chorro de la fuente
y el
cuello del gran cisne blanco me interroga.
Rubén
Darío, poema correspondiente a su libro “Prosas profanas” 1896.
En este
soneto el yo lirico trata de alcanzar la perfección en la elaboración del
poema,
Y
aunque en principio las condiciones le son favorables, no lo consigue por lo que se siente
frustrado.
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