¡¡¡ La jubilación, la jubilación!!!


La riqueza de un país se logra y se incrementa con el trabajo constante de sus habitantes, si nos ponemos a hablar con propiedad economicista, el P.I.B (producto interior bruto) aumentara a la par de la productividad de la población laboral activa.

En España, tan diferente en muchas cosas, parece estar atacada últimamente de una extraña epidemia, que se ensaña agudamente en personas que sobrepasan la cuarentena, ¡¡¡ todo el mundo, quiere jubilarse, ya!!!. Hay una desgana generalizada en muchísimos centros de trabajo, sobre todo del sector servicios. Los compañeros cuando se encuentran, ya no se preguntan por la salud y la familia, sino que la salutación es ¿Cuándo te jubilas?.

En el no hacer nada, no está la felicidad, sino al contrario. Las personas deberían empezar a prepararse para esa futura jubilación desde que empiezan a edad juvenil  a trabajar, para conseguir que en su momento ese ocio laboral impuesto por los años, no les sea psíquicamente lesivo.

¿Cuántos jubilados,  volverían a su trabajo?, muchos más de los que pensamos. Se levantan pronto, por costumbre, ¡¡¡ no saben qué hacer!!!, no tienen aficiones. Chocan con las personas con las que viven, porque ni saben convivir ni compartir, no han tenido tiempo, llegaban a casa del trabajo demasiado cansados de no hacer nada, criticar a los demás, proponer a los colegas soluciones a todos los problemas laborales…¡¡¡menudo trabajo!!!, …

Las organizaciones sindicales representativas deberían pactar con las empresas, cursos de formación para la jubilación para  que esta sea para el trabajador, como un remate, un premio final a una larga y fructífera vida laboral.

Debemos pensar, que el tener hoy día un puesto de trabajo, con todos los problemas: sociales, económicos, … es un premio por lo que su desempeño hasta el final con eficacia y honestidad debe ser premisa principal en nuestra diaria actuación laboral.

Esas preguntas tan frecuentes de: ¿Cuándo te jubilas?, y otras de parecido calibre, inciden en la moral del grupo, invitando a todos a una progresiva indolencia que se nota en la calidad del trabajo diario.









¡¡¡ CUMPLAMOS CON NUESTRO TRABAJO, ANIMEMOS A NUESTROS COMPAÑEROS Y DISFRUTEMOS DE UNA ENTONCES MERECIDISIMA JUBILACIÓN!!!

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