Bosco de Lobos cantina universitaria o restaurante alicaído.
El
gigantesco edificio de las Escuelas Pías de Madrid, en la calle de Hortaleza 63
verdadera joya de la historia de la ciudad. Dedicado a la enseñanza durante
muchos años, regido por la comunidad escolapia. Por falta de cuidados, llegó a
tal estado de ruina, que hubo prácticamente que tirarlo y hacerlo de nuevo,
conservando únicamente la vieja y muy castiza iglesia de San Antón. Actualmente
se ha convertido en sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
En
la planta calle y en los patios interiores ha surgido un restaurante,
supuestamente italiano “Bosco de Lobos”,
donde almorcé junto con mi familia en el día de ayer.
Situado
entre cristales, en el patio interior del edificio y en un silencio total, rara
avis en el centro de la ciudad. Decoración en madera muy clara (chapado típico
de las cantinas) que junto con la luz ambiente, en un día de sol hace que te
tengas que ponerte gafas oscuras para estar allí.
Servicio;
voluntarioso, amable y despistado.
Nuestra
comida: Mejillones con hierbabuena (calificación apenas 5); ensalada de burrata
(comible); carpaccio pez espada (con intenso frio de nevera); calzone (normal);
lasagna de rabo de toro (de la nevera a la mesa). Postres: Crema mascarpone;
vasito de nutella y tarta se zanahoria-calabaza, (calificación apenas 5).
Bebimos un anodino tinto Barcolobo.
La
calidad de los productos normalita, propia de Cantina de Facultad. Muy mal
tratados en la cocina, que parece llevada por aprendices.
Los
precios, dada la calidad de los alimentos servidos, altísimos.
Mejorar
la calidad de los platos y buenos profesionales me parece una urgencia para que
este establecimiento que por otra parte, cuenta con una ubicación excepcional,
para que este establecimiento remonte el vuelo.
¡¡¡ Ah, ninguna cortesía del
restaurante, gracias !!!
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