Trovadores, juglares y cantautores



A lo largo de los tiempos, ha habido personas especialmente dotadas que por vocación o  por dinero, que han recorrido los caminos para transmitir sus acontecimientos vitales, propaganda política, sus debates y, en definitiva, sus sensaciones. Con su visión del mundo muestran el inicio de una historia cultural y política con una variedad  temática que no se encuentra en ningún otro momento.

El trovador, era un poeta lírico, por lo general de condición social elevada, que se acompañaba de una melodía fija y cuyo texto se fijaba por escrito y no se transmitía con variantes, además de que no necesitaba utilizar sus facultades artísticas como medio de vida.

El juglar, sin embargo, llevaba una vida ambulante, recitaba con una entonación específica pero no melódica, memorizaba los textos e incluso improvisaba a partir de determinados motivos temáticos, podía ayudarse de la mímica y la dramatización; características que lo convierten en uno de los máximos representantes de la literatura de transmisión oral de carácter folclórico o popular.

No obstante, en ocasiones es posible confundirlos o reconocer individuos que reunieron las dos tipologías. De modo muy esquemático, suele asociarse al trovador con el autor (creador),  y al juglar con el actor (interprete). Ambos se sintetizarían en la cultura musical de los siglos XX y XXI con la imagen del cantautor.

El cantautor, es una figura que ha proliferado muchísimo en las últimas décadas del pasado siglo y primeras del actual. Son personas que componen canciones (música y letra) y las tocan públicamente, referentes a temas sociales, personales, políticos, sentimentales, de actualidad…


Ha falta de un estudio detallado de los mismos, cosa que no rechazo hacer en un plazo medio, voy a señalar, repito señalar, los más importantes de los actuales, y los que están empezando a ser famosos.

Lo es todo, Joaquín Sabina. El duende de Kiko Veneno. Las nostalgias de Juan Manuel Serrat (autor de la impresionante “Mediterráneo”). La tormenta de Nacho Vega. El grito canalla de Luis Eduardo Aute. José Luis Perales con sus moñas y ensoñaciones. El ritmo indie, del Sr Chinarro (Antonio Duque). El cuelgue de Alberto Pla. El ego destacadísimo de Enrique Bunbury… Entre los emergentes a la fama, quiero destacar: a Marwan Abu-Tahoun Recio, buen músico y magnifico poeta. Vanesa Martin, lo mismo que Marwan, excelente con una formación inusual literaria y musical. Rozalen, con su acompañamiento del lenguaje de signos para llegar a más gente y tantos y tantos, una verdadera Edad de Oro del género.

¡¡¡ VIVIENDO, CONTANDO Y CANTANDO SENSACIONES, SE TRASMITE LA HISTORIA DEL PAÍS!!!












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