¿De verdad no entiendes nada?


La estupefacción, la sorpresa, parecen ser el signo de los tiempos que parece imponerse actualmente en las relaciones tanto sociales como interpersonales.

Estamos en un paso de peatones histórico, cambiando de una edad a otra, y como en el paso de peatones, se junta una gran cantidad de gente muy diversa por sus circunstancias. Unas corren mucho, y se disponen a cruzar con gran rapidez, no tomando las oportunas medidas de seguridad para que no les atropellen. Otras, que no están plenamente seguras de poder tener fuerzas para efectuar el cruce, reculan y avanzan alternativamente, pudiendo poner con su inseguridad en peligro el cruce de los demás. Otras, saben realmente lo que tienen que hacer para pasar a la otra orilla, porque conocen sus fuerzas, sabiendo sus posibilidades…

En este cruce histórico, del que estamos hablando, quedan personas que  no tienen ni la valentía necesaria, ni asumen el riesgo para cruzar, las circunstancias han roto su zona de  seguridad, no saben qué hacer, porque no saben dónde van, se quedan como hojas que han caído llevadas por el aire a la rápida corriente de un rio, saben que van, pero no saben en dónde pararan.

Hay momentos donde nos encontramos situaciones, en las que las personas tienen actuaciones atolondradas e indecisas. Padres e hijos que chocan en la vida diaria, porque no se entienden en la forma de actuar de ambos, ante un conflicto. Los padres, que han sido educados, en que ellos siempre tienen razón y que los hijos por el hecho de ser hijos se equivocan siempre. No admiten errores en su forma de actuación, los hijos piensan que ellos como tales, si se pueden equivocar, pero no siempre.

Todo esto de cambiar la vida de las generaciones a distintas velocidades, nos llevara con pequeños ejemplos muy explicativos a ver las mentalidades.

 ¿Por qué hay que encender todas las luces de una habitación, como dice el padre? .Los hijos,  se han dado cuenta que con la mitad basta, ahorrando energía. No hacen caso los padres, porque lo han dicho los hijos. La colocación de la ropa y cacharros en los lavavajillas y lavadoras, ¿ no habrá otra forma más útil, que la que imponen los dueños de la casa…?, y así tantos y tantos casos…








Que el atolondramiento y rigidez mental, no haga de nuestra vida un continuo ¡¡¡NO ENTIENDO NADA!!!

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