Cara de lunes


La semana vuelve a empezar, es una vuelta más en el carrusel de la existencia humana, es lunes. ¿Cómo transcurrirá?, seguro que nos dejara, como siempre una mezcla confusa de penas y alegrías, que cosa curiosa, a nadie dejara contento.

Este empiece, escrito el martes, para poder exponer fresquitas mis observaciones sobre el primer día de la actual semana.

 El lunes, como comienzo de la semana, parece que lleva implícito, el que las gentes muestren un semblante (por lo menos en Madrid), que es una muestra acabada de la representación de lo que la ira y el mal humor que les embarga, supone. La apatía y el mal genio, es la nota común que portan casi todos nuestros conciudadanos en su semblante, al dirigirse a su trabajo, que por cierto, no les gusta (concienzudos estudios estadísticos, así lo demuestran).

 A la familia, le ocurre tres cuartos de lo mismo. El hogar, en la mañana de los lunes, se convierte en un lugar donde “unos casi desconocidos”, con la guardia baja, (lunes), tratan de enderezar el comienzo de la fatídica jornada.

Todos han puesto, demasiadas ilusiones, en el descanso fin de semana y estas en su inmensa mayoría no se han cumplido, dejando una sensación de impotencia de no haber realizado un deseo imperioso, tan necesario para reequilibrar una personalidad cansada, y como siempre esperando descansos o vacaciones, que parece que nunca llegan.

El descanso dominical, ha sido un corte en nuestros hábitos semanales de vida y trabajo y como tal corte, ha dejado al descubierto nuestras defensas, notando interiormente su fragilidad para enfrentarnos a los variados problemas que hoy día nos acechan.

Los fines de semana, son para nosotros una solución futura, siempre futura, para hacer algo diferente al trabajo diario, estar ociosos, ser nosotros mismos, pero bien por una cosa, bien por cien, casi nunca lo logramos, porque no sabemos cómo hacerlo, no tenemos una cultura del ocio personal.

Miles de conciudadanos nuestros, tienen una gran rémora, para poder disfrutar del merecido descanso, les faltan aficiones hacia las que encauzar su ocio y así les va.
Pensemos que no todo en la vida es trabajo y obligaciones (familiares, laborales o amistosas), estamos nosotros con nuestras necesidades personales que debemos saciar.






¡¡¡LOGREMOS SONREIR TAMBIEN EN LUNES, NOS HARA MUCHO BIEN!!!

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