El teléfono y la sonrisa
El
teléfono, con la proliferación de los móviles se ha convertido en una especie
de apéndice de nuestro propio cuerpo, que se ha transmutado casi en un
transmisor-receptor, de nuestros pensamientos y necesidades de comunicación con
los demás. Ya el acto de hablar por teléfono, se ha transformado en un acto reflejo
más de nuestra conducta con los demás.
Cuando
hablamos por teléfono creo que aunque no se nos vea físicamente, transmitimos
una serie de emociones al interlocutor. Quizá sea más difícil o más lento de
detectar que emoción estoy sintiendo que si nos estuviéramos viendo
físicamente, pero en una conversación telefónica se transmiten muchas
sensaciones por el tono de la voz y la forma de hablar de los interlocutores.
Todas
las personas a lo largo del día sienten o sentimos diferentes emociones y
estados de ánimo, tanto positivas como negativas, siendo esto totalmente lógico.
Evidentemente
cuando estamos tratando con personas, hay emociones personales que pudieran
interferir la conversación. Nosotros queremos que esto no suceda, ya que en la
mayoría de los casos, nuestros interlocutores nada tienen que ver, con dichos
problemas. Al atender una llamada d teléfono ya particular, ya laboral o de
otro orden, abstraigámonos de nuestras preocupaciones y centrémonos en lo que
nos dicen al otro lado. Atendamos a quien nos llama, con voz cálida y
sonriente. La sonrisa en un dialogo, y una llamada telefónica lo es, siempre da
confianza al que escucha, predisponiendo al buen fin del encuentro.
Es
curioso observar, con que tono de voz, hablan por teléfono, la mayoría de nuestros
conciudadanos. Pienso que más que hablar, atronan a quienes les rodean con sus
cuitas a chillido limpio. Estoy seguro que dando esas voces, para nada
necesitan los aparatos, a bramidos punto a punto, se puede establecer el
dialogo.
La
voz en un dialogo telefónico, es una parte también fundamental del mismo ya que
lógicamente transmite emociones tanto al emisor como al receptor. Esta debe
mostrar empatía hacia el otro, calidez, en un tono normal de una conversación
civilizada. Nosotros debemos ser los mejores vigilantes de la confidencialidad
de nuestras conversaciones.
¡¡¡SONRIA
POR FAVOR, TAMBIEN CUANDO ESTE HABLANDO POR TELEFONO!!!
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