Virgen en una hornacina


En muchísimos pueblos y ciudades de la vieja España, paseando al anochecer, por calles y callejas, te das cuenta que hay casas, que dentro de huecos realizados en los muros y normalmente cerrados por mallas protectoras o cristales, hay imágenes de Vírgenes o Santos. Suelen ser pequeños y en ese hueco mínimo, solo cabe la imagen y todo lo más una flor a los pies.

Así me sentí yo, hace unos días, volando de Gran Canaria a Madrid, en la cabina clase única, de un avión “low cost”. Iba situado en la fila 1, asiento 1 y me fijaba que al entrar, por el único pasillo, todo el mundo me miraba. Me pregunte ¿tan bien me sienta el sol canario, que deslumbro al pasaje entrante con mi belleza?, fue un momento dulce, pero con despertar decepcionante, “no era mi belleza morena”, era como iba embutido y no sentado en el sillón, que me correspondió, parecía una virgencita en su hornacina, sin moverme, no causaba devoción, causaba risa.

El asunto empezó antes, al acceder al interior del avión e intentar ocupar el sitio que me correspondía, ya comenzaron los primeros inconvenientes. Miraba el mini-asiento, con una cierta desconfianza, no sabía cómo colocar mi cuerpo en él, sin causarme una lesión y con un mínimo de comodidad. Advierto que soy de contextura normal, normalísima. Después de muchos esfuerzos, lo conseguí, aunque lo de comodidad lo deje para otro día. ¡¡¡ Ah, curioso, el cinturón no me llegaba !!!. Que susto, creí que había engordado, pero no, al final un hábil tripulante, consiguió cerrar el artefacto y recupere mi pulso normal.

En un vuelo de medio radio, como dicen los técnicos, hay que levantarse para ir por lo menos una vez al “Aseo”, para visitarlo. Repetición de lo anterior, para que seguir...

Termine mi viaje, como virgencita en una hornacina, contento porque no hubo otro problema, salvo el del sitio en el asiento. Llegue con la idea in-mente de que para el próximo viaje, tenía que reducir mi pobre volumen al de la lanza de D. Quijote y poder hacer así un viaje placentero.








¡¡¡ UN VIAJE MÁS LARGO EN ESTAS CONDICIONES, ES UNA AUTENTICA LIPOSUCCIÓN”!!! ¡¡¡QUE BIEN!!!

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