Tres derribos, que empobrecieron el Patrimonio de Madrid










Las ciudades, avanzan suprimiendo lo que es completamente inútil y conservando aquello que proporciona un rendimiento de cualquier tipo a los vecinos de las mismas, sobre todo el no perder la idiosincrasia ciudadana.
Madrid hasta 1561, fecha en la que Felipe II asienta en su seno la capital de su imperio, era un simple poblachón manchego, sin nada especial que destacar, aparte el viejo Alcázar de los Trastamara. A partir de estas fechas, se comienzan a construir nuevos e importantes edificios, para dar importancia a Madrid, como capital del envidiadisimo imperio español.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, hay otra fiebre constructiva de todo tipo de edificios de servicios y habitacionales, de los cuales, me voy a fijar solamente en tres que tuvieron un final común ser derribados con explosivos, o con las excavadoras  aduciendo diversos y oscuros motivos oficiales, en el fondo especulación urbana pura y dura.
El 2 de Noviembre de 1973, fue dinamitado, EL MERCADO DE OLAVIDE, construido en 1934, por el notable arquitecto racionalista, Francisco Javier Ferrero Llusiá. Era un edificio, en hormigón armado, de forma poligonal constituido por una serie de prismas octogonales que se iban escalonando hasta concluir en un gran patio central, último prisma que aseguraba la ventilación cruzada. Voladura permitida por la ineptitud del Alcalde del momento.
El 24 de abril de 1973, fue volado un bello edificio neobarroco, en Madrid, sito en la esquina de General Pardiñas 92 y Maldonado. Era el domicilio del famoso y desaparecido diario “MADRID”. Su pecado dar cobijo en sus páginas, a la entonces oposición antifranquista
Una mañana de julio de 1999, las excavadoras  empezaron a derribar, por presuntos problemas legales-administrativos, uno de los edificios más extraños, de los más interesantes, de los que colocaban a la capital de España en ese lugar de tan difícil acceso como es el de la excelencia arquitectónica mundial, era conocido por “LA PAGODA” ocupado por las instalaciones de los LABORATORIOS JORBA, en el lado derecho de la A-2, cerca del Aeropuerto de Madrid. Era original del arquitecto manchego, Miguel Fisac. Reconocido, obra y autor como de lo más importante a nivel universal del siglo XX en los ambientes especializados.
¡¡¡EN CONCLUSIÓN POLITICOS Y PATRIMONIO, NO SE LLEVAN BIEN EN MADRID NI EN CASI NINGÚN SITIO!!!!

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