Hotel Meliá Tamarindos
He
estado pasando unos días en este hotel, cosa que ya he hecho anteriormente en
varias ocasiones. Siempre que vuelvo a este establecimiento, que por cierto
está situado en una posición envidiable, en las cercanías de la internacionalmente
conocida Bahía de Maspalomas, tengo la ilusión de que se han modificado las
viejas estructuras de un edificio anticuado en el tiempo, ya caduco. Pero no,
todo sigue igual, ¡¡¡qué pena!!!.
La
clase LEVEL de este hotel, la venden en función de unas condiciones que dan una
exclusividad y tranquilidad, a tu estancia. Pues no, el acceso al rincón LEVEL
del jardín, pequeño sitio lleno de vegetación y hamacas, es una batalla diaria,
los muchos clientes LEVEL del establecimiento, se levantan de madrugada para
poner sus toallas y copar los sitios de este rincón. ¿Esto, no es “overbooking”
de ventas?, ¿esta acción no está penada por la Ley, en el caso de las Compañías
Aéreas?. Estas Compañias internacionales
Antes
de asistir a esta incruenta pero molesta batalla diaria, hay que darse un buen
paseo con la legaña puesta y un sol de justicia hasta el comedor LEVEL, para
desayunar. ¿No se podría ubicar este comedor, en algún salón del edificio del
hotel, sin salir del mismo?, los clientes saldríamos ganando.
El
autoservicio general, es la gran asignatura pendiente. Está ubicado en un lugar
privilegiado, pero la comida que allí se presenta a los clientes, que hacen uso
de este servicio, indigna de un establecimiento como este de cinco estrellas.
Mal cocinada, o cocinada sin terminar la preparación (cosas sin hacer, duras o
blandas, una juerga), denota una falta absoluta de control por parte de los
responsables en cocinas. ¡¡¡A MEJORAR URGENTE!!!.
A
destacar, la acción y actitud del personal, que con su entrega total al servicio de los clientes, y sus problemas. Tratan de paliar las
deficiencias de todo tipo que tiene este vetusto establecimiento y a veces
hasta lo consiguen, un milagro ¡¡¡FELICIDADES!!!
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