Los consejos, no pedidos
Un consejo, es la opinión o juicio que se da o
se toma sobre cómo se debe actuar para resolver un asunto o problema de manera
adecuada.
La
persona que tiene que resolver un problema, bien se cuida de trazar “una hoja
de ruta” para solucionar lo que tiene entre manos para llegar a una solución
factible y beneficiosa para todas las
partes intervinientes. Puede que alguna faceta, se le escape o no lo vea claro,
entonces necesitara asesorarse o pedir consejo, a una persona cuya sensibilidad
y preparación es garantía, para que su consejo especializado, nos sirva de
apoyo y fundamento para abrir una vía
segura de solución a nuestras dudas, “es un consejo pedido” y como tal
aprovechado.
Lo
verdaderamente lamentable, la verdadera lluvia de consejos que nos dan personas
a las que no se lo hemos pedido. Vivimos en una época en que todos hablamos de
“los derechos humanos”, y yo pienso que
uno de estos derechos, importantísimo para la formación personal, es el de
“equivocarse”, ya que en el fracaso o mala resolución de un problema, hay una
autentica mina de enseñanzas, que nos van a servir si las tenemos en cuenta,
como incentivo para evitar nuevos errores en ocasiones semejantes.
Estos
dadores gratuitos de consejos no pedidos, no dejan de ser personalidades
egocéntricas, que aprovechan la ocasión para remarcar un protagonismo que nadie les ha dado. También
en otras ocasiones, esos consejos no pedidos, van cargados con una toxicidad
importante para desestabilizar y despistar a quien la recibe.
Hay
padres que a través de esos consejos no pedidos, transmiten a sus hijos las
frustraciones que les han atormentado siempre y se sienten así liberados de alguna
manera, sin tener en cuentan el daño que puedan hacerles. Es preferible en este
caso, callarse.” Consejos vendo y para mí no tengo”
Los
padres deben dar consejos a los hijos, si estos se lo piden, siempre que no
intenten modificar sus ideas.
Las
personas no deben dar consejos, si no se han pedido,
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