Desde la merindad de Estella...
Tomando como puntos de apoyo
las palabras MANDUCA (popularmente comida) y AZAGRA (pueblo navarro de la
merindad de Estella, situado en la ribera del alto Ebro), nos están dando la
base de la filosofía de un restaurante-asador, LA
MANDUCA DE AZAGRA, que lleva funcionando en Madrid, con indudable éxito,
hace varios años: BUENISIMOS PRODUCTOS Y MAGNIFICO TRATAMIENTO DE LOS MISMOS.
Me gusta, de vez en cuando
visitar algunos restaurantes, de los que dicen algo, para ver cmo van
evolucionando y van afirmando su personalidad en el caótico panorama
gastronómico madrileño. Ayer comí otra vez en el citado establecimiento navarro
y mis impresiones, no pueden ser más placenteras.
En primer lugar, a
destacar la cordialidad y
profesionalidad un servicio atento y rápido.
Un único lunar, que por
desgracia se repite en muchísimos establecimientos de restauración, ¿Por qué te
sirven y cobran un aperitivo, que tú no has pedido?, todo el mundo piensa que
es una cortesía de la casa...
La comida, consistió en una
extraordinaria Menestra de Verduras, con
un punto excelente de cocción y una calidad, para que hablar. Una sabrosísima
ensaladilla rusa. Unos pequeños puerros fríos, caramelizados fantásticos. Un
ajoarriero y un rabo de toro, deshuesado con Boletus, totalmente fantásticos en
sabor, punto y cocinado, todo regado con un tinto más que corriente,
INURRIETA-crianza. Una Panchineta y una torrija caramelizada con helado,
pusieron punto final al ágape.
Salvo el lunar, del aperitivo
no pedido, sigue siendo para mí, uno de los mejores establecimientos de la
capital, en su clase. Precios caros, aunque ajustados a las calidades que se
ofrecen.
¡¡¡VOLVERE!!!
¡¡¡VOLVERE!!! Y ¡¡¡ VOLVERE!!!
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