Una obra de excepción “Las Meditaciones, soliloquios y pensamientos morales” del emperador Marco Aurelio.


Las reflexiones escritas en esta obra, constituyen una obra excepcional de un hombre extraordinario. Escrita en el fragor de las duras de las duras campañas del norte del imperio, representa paradójicamente, una de las cimas de la introspección y la espiritualidad humana-. Son las notas privadas, elegantes y sabias de un emperador sin par, preocupado desde la altura de su dignidad por el sentido de la vida y la pequeñez humana. El soliloquio espiritual de un hombre obsesionado con el tiempo y la muerte, con la racionalidad del mundo y con la serenidad del alma frente a esa guerra perpetua que es la vida.
“Por la mañana no dejes de decirte a ti mismo: Tropezare hoy con algún curioso, con algún ingrato, con algún provocativo, con otro doloso, con otro envidioso, con otro intratable; todo esto le viene a ellos de la ignorancia del bien y del mal. Pero yo, que por una parte tengo bien visto y meditado que la naturaleza del bien, totalmente consiste en “lo honesto”…..”. Frase que podía ser el lema de actuación de muchos dirigentes políticos, aunque por desgracia no lo es.



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