Situaciones difíciles La habilidad en las palabras

Si has de expresar tu condolencia a alguien que acaba de sufrir una desgracia, limítate a las fórmulas habituales que recomiendan los retóricos; no añadas nada personal que pueda convertir tus palabras de consuelo en panegírico.
Si critican a alguien en tu presencia, mantente alerta y no digas ni una palabra, ni de censura ni de elogio: te atraerías forzosamente el odio del acusador o del acusado.
Aunque tus superiores te hayan ofendido, sigue hablando de ellos en términos elogiosos y no permitas que nadie aluda a sus vejaciones, aun cuando estas palabras te causen más bien placer.
Fíjate en cómo hay que hacer para comprobar las acusaciones dirigidas contra alguien en tu presencia: escucha a los acusadores y toma nota de cada una de sus palabras. A continuación, pídeles que pongan por escrito todo lo que han afirmado, alegando que estas acusaciones habrán de ser leídas ante el acusado. Por último, compara las dos versiones: según coincidan o no, sabrás la verdad.

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