¡¡¡¡¡Señorito, unos genes por favor¡¡¡¡¡


En mi continuo discurrir por centros y servicios sanitarios ya que la edad como a los coches viejos, te obliga a hacer continuas revisiones y puestas a punto, me he encontrado esta mañana con una situación un tanto simpática y humorística. 

Hace algún tiempo me habían hecho una extracción de sangre para determinar si uno de mis genes, estaba mal hecho. Me avisan que ya estaba hecho el análisis y que fuera a que me dijeran el resultado. Me persono en la dependencia, me comunican el resultado y luego se dirigen a mí con una sonrisa beatifica y me dicen con voz entrecortada por la emoción, si les permitía seguir investigando con mi muestra biológica, me prometían que no me iban a pinchar ni hacer ningún daño físico suplementario, que podía colaborar al desarrollo de la ciencia y solucionar problemas. Esperaban anhelantes mi decisión. Cuando he dicho que sí que caras de gozo y contento, que sonrisas, me han producido una gran ternura, la Ciencia pide limosna y yo gustoso le doy algunos de mis genes.



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