Situaciones difíciles Conoce a los demás

Recuerda siempre que las personas cuya vida está dominada por los placeres del vino o de la carne son prácticamente incapaces de guardar un secreto: los unos son esclavos de sus amantes; los otros, después de haber bebido, no pueden evitar hablar a tontas y a locas.
Fíjate en cómo hacer caer en su propia trampa a los fabuladores y a los fanfarrones que te cuentan sus viajes, sus campañas y sus existencias aventureras, jactándose de innumerables gestas y de haber pasado largos periodos en distintos lugares. Toma buena nota de todo lo que te cuentan, haz la suma de los años que esto representa, luego en todo caso pregúntales cuándo empezaron su heroica carrera, cuándo la terminaron y, por último, qué edad tienen. Comprobarás entonces que no concuerda nada.
En cambio, no hay que temer gran cosa de los que irritan a todo el mundo a fuerza de alabarse a sí mismos de forma rimbombante. Desconfía, no obstante, de esos extravagantes de aire sombrío y arisco que se complacen en pronunciar interminables discursos en voz alta y tono sentencioso. Les reconocerás por sus uñas demasiado cortas y por su forma de alardear de mortificaciones que en ningún caso están inspiradas por un sentimiento religioso sincero.

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