Sobras alimenticias y más


Son los restos alimenticios comestibles que no se consumen de una comida cuando todos los comensales han terminado. Los restos que no se consideran comestibles no se consideran sobras, sino basura. Aunque pueden considerarse también como sobras que tras haber sido procesados, no salen finalmente al consumidor.

El saberlas emplear en nuevos platos a veces es y ha sido objeto de estudio en libros de cocina de gran fama. (Marquesa de Parabere, Hilario Arbelaiz,... y otros conocidísimos profesionales de los fogones) o la pericia de desconocidos amantes de la cocina,  que han hecho el milagro de convertir las sobras alimenticias, en auténticas nuevas maravillas de extraordinario valor gustativo y energético (croquetas, sándwiches, pizzas, exquisitos caldos, magnificas empanadas y otras originalidades, que dependen del genio del autor). No quiero dejar de señalar aquí, dos maravillosas preparaciones, que se hacen en las Islas Canarias, “la ropa vieja” que se hace friendo los restos del cocido y “el almodrote”, pate, donde se utilizan restos y cortezas de quesos (por otra parte, tan maravillosos) canarios, una auténtica delicia su degustación.

Una cosa son las obras alimenticias y otra la acumulación en las casas de cantidades ingentes de alimentos preparados (purés, gazpachos, verduras, pescado y carne frita, arroces, sopas...), conservados en los frigoríficos, para ir consumiéndolos día a día y evitando así durante días, el tener que ir a comprarlos en fresco y su preparación posterior, con la consiguiente ganancia de tiempo a usar en otros menesteres diferentes la cocina  o descansar.

Esta costumbre, que se está imponiendo rápidamente de comer algo hecho hace días, llamado por algunos “la comida de los restos arqueológicos”, es un atentado dietético directo a nuestra salud y gusto. Los alimentos preparados con días de antelación pierden cualidades nutritivas, color, textura y sabor, a pesar de los magníficos frigoríficos que hoy se utilizan en su conservación.

Compremos la cantidad aproximada de comida, que vayamos a consumir, diariamente, así usaremos alimentos frescos, plenos de principios alimenticios. Evitemos la acumulación de  alimentos hechos (comida arqueológica). Las sobras alimenticias transformémoslas con gracia e intención nutritiva.




“LA SALUD DEL CUERPO SE FRAGUA  EN LA OFICINA DEL ESTOMAGO, DECIA DON QUIJOTE A SANCHO PANZA, HAGAMOSLE CASO”

Comentarios

Entradas populares de este blog

Segovia es asado, el asado es Segovia.

Tempus fugit

Saber retirarse a tiempo