Ir de copas

Se acerca la conmemoración del aniversario de cualquier acontecimiento particular o colectivo, por parte de una comunidad de personas o de alguno de sus miembros y hay que obligatoriamente que celebrarlo, ¿cómo?, fundamental, tomando una copa de alcohol por lo menos. Esto se ha hecho ritual todas las semanas, en numerosos grupos de personas amigas o conocidas

Es impresionante, el poder del alcohol y derivados como elemento para facilitar la sociabilización de un grupo de personas de origen diverso Cualquier problema de timidez, desagrado, antipatía en el grupo, queda diluido delante de una copa a ser posible con un preparado alcohólico o similar. Es como una iniciación de tipo religioso, se desea felicidad y ventura a uno de los asistentes o a todos, con el rito de levantar la copa y decirlo en voz alta.

Eso ha contribuido a considerar el alcohol como una droga (es una droga, produce  habito, síndrome de abstinencia, lesiones...) social, tiene una especie de beneplácito o salvoconducto colectivo. ¡¡¡ Que graciosos los chistes de borrachos!!!... En las conversaciones, se habla con un cierto orgullo de las borracheras, sufridas a los largo de la vida que en muchos casos es cómo un bautizo de idoneidad social, para andar por el mundo. Yo pienso, que el alcoholismo en España está bien visto, a lo máximo que se llega en un grupo, que se entera de  un problema alcohólico de algún miembro, es un mohín de disgusto y una sonrisa compasiva, cosa que cambia radicalmente cuando se sabe que la causa del problema, no ha sido el alcohol, sino cualquier  otra substancia adictiva.

El pueblo español, tiene que tomar conciencia de la importancia trascendental, que tiene el consumo incontrolado de alcohol en nuestro país. El alcohol causa problemas muy graves en el hígado, numerosísimos problemas mentales incapacitantes, trastornos genéticos que mediatizan a las generaciones futuras.

Tenemos que  dar ejemplo de moderación a los que nos siguen, beber no es malo, pero repito con moderación para no perder nunca el control de nuestros actos. Se tiene que beber si gusta, y en el momento que no percibamos sabor, dejarlo.

¡¡¡BEBER SIN TASA, NO ES VIVIR ES MATARSE A TODA  MAQUINA!!!