Personas de mal genio


Son personas, que se enojan con mucha facilidad y sin un motivo aparente.

Las personas de mal genio, si no son capaces  de controlar sus arranques o empatizar con los demás, pueden destruir un  ambiente, lograr por sus malas artes la renuncia de buenos trabajadores, terminar con un matrimonio, traumar a un hijo en su infancia y generar temor con el solo hecho de aparecer en un lugar. Hay gente, en el que el mal carácter es congénito, nació con ellos.

Las personas de mal genio, se encargan de manifestar sus molestias a través de los más variados ruidos. Puede ser cerrando los cajones muy ruidosamente y con mucha vehemencia, lavando platos a altas horas de la madrugada hasta que logre despertar a alguien de la casa, tirando las mochilas violentamente, contra algo en el caso de adolescentes airados, dando fuertes portazos, como en las series de TV americanas. E incluso haciendo y emitiendo sonidos guturales en plena mesa.

Las manifestaciones sonoras les gustan a los enojados. Porque es una, actitud pasiva/agresiva que permite hacerse sentir mal a quienes los rodean o retractarse con un “sorry, es que el mucho viento hizo que se cerrara la puerta tan fuerte” si se percata que en verdad se están empezando a conocer sus manejos (como dicen en las series, se les escapan las cabras para el monte).Así es que atentos, si en una incipiente relación aparecen estos “ruiditos”, tal vez tengan que usar tranquilizantes de por vida para mantenerse en el tiempo.

Es curiosísimo que estas personas, saben por lo general, que tienen mal genio “malas pulgas”, pero no pueden hacer nada o casi nada para evitarlo. Los tratamientos de psicoterapia apenas dan resultado en estos casos, llegando a pesar los expertos en un trasfondo genético de este problema.

También los que no nos consideramos personas de mal genio, tenemos que lidiar con ellos y poner algo de nuestra parte. Aprender a dejarlos solos un rato, que tomen el aire, hagan deporte, miren al techo para que logren decantar la rabia que les invade. Jamás preguntarles si están de mal genio, cuando nos damos cuenta de que si lo están.




Tratarlos sin acritud, con humor (blanco) y con mucha paciencia, es lo que podemos hacer por ellos y con ellos, ya que si llegamos a odiarlos (se lo merecen), ellos aprovechan esto, para manipular a su favor las situaciones.

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