Otra forma de manipulación informativa


La posverdad o mentira emotiva, es un neologismo (palabra o expresión empleada para anunciar un nuevo concepto) que describe la distorsión deliberada de una realidad con el fin de crear o modelar la opinión  pública e influir en las actitudes sociales, en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales.

Para algunos autores la posverdad es sencillamente mentira (falsedad), encubierta por el término políticamente correcto de posverdad que ocultaría la tradicional propaganda política y el eufemismo de relaciones públicas y comunicación estratégica como instrumentos de manipulación y propaganda.

La posverdad se ha definido como un contexto cultural e histórico en el que la  contrastación empírica y la búsqueda de la objetividad son menos relevantes que la creencia en sí misma y las emociones que genera a la hora de crear corrientes de opinión pública. La posverdad supone un emborronamiento de la frontera entre la verdad y la mentira, y crea una categoría distinta a las dos anteriores. Una en la que un hecho, ficticio o no, es aceptado de antemano por el simple hecho de encajar con nuestros esquemas mentales.

Básicamente, la palabra sirve para señalar una tendencia en la creación de argumentarios y discursos que se caracterizan por partir de la asunción de que la objetividad importa mucho menos que el modo en que lo que se afirma encaja con el sistema de creencias que sentimos como nuestro y que nos hace sentir bien.

En cultura política, se denomina cultura de la posverdad, a aquella en la que el debate se enmarca en apelaciones a emociones, desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión, en los cuales, las réplicas fácticas (los hechos) son ignoradas. La posverdad difiere de la tradicional disputa y falsificación  de la verdad, dándole una “importancia secundaria”.




 Todo esto podemos resumirlo, como la idea en “EL  QUE ALGO APARENTE SEA VERDAD ES MÁS IMPORTANTE QUE LA PROPIA VERDAD”.

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