Una tempestad en un vaso de agua


Se aplica este dicho, a todo aquello que parece que va a traer muchas consecuencias y disgustos, cuando en la práctica se ve que no tiene importancia alguna. La frase la comienza a utilizar Cicerón, quien la introduce en su tratado “De legibus” sobre las disensiones que en Arpino promovía, Mario, el feroz rival de Sila.

En el comportamiento general del ser humano, nos encontramos con que hay personas que ejercen esta conducta, para hacerse valer ante quienes consideran su poca valía en la resolución de problemas de todo orden. Lo que ya en principio, nos permite afirmar de que se tratan de hombres y mujeres de una autoestima muy baja, que tratan de destacar de esa manera, tienen que quedar bien como sea, sobre todo delante de las personas que más les han denostado.

Esta situación, se recoge también en novelas de Benito Pérez Galdós, cuando habla “del parto de los montes, un humilde ratoncito” o sea esto es algo, que ha  acompañado al ser humano desde el principio de los tiempos.

He aquí un caso significativo, conocido por mí. Dos primos tienen un local alquilado, las condiciones del contrato de alquiler son bastante leoninas, los inquilinos se llaman andana, ante los requerimientos de los propietarios, para modificarlas.  Los parientes no se llevan bien, el uno tiene envidia del otro (aunque por instinto este teme al primero). Ante esas circunstancias, el segundo piensa en cambiar las condiciones del contrato, con la oposición larvada del primero, piden asesoramiento legal, piensan en un nuevo contrato. Burofaxes... y al final todo se queda en una modesta subida de la renta de alquiler...una tempestad en un vaso de agua. El temor al otro, la envidia y el aparentar decisión ante el temido, han jugado un papel fundamental en la resolución del caso.

Muchas veces, nuestro entendimiento se ofusca ante lo que nos parece una situación dificilísima y la presión de otras personas. Si nos tranquilizamos, nos olvidamos de los otros, mirando con frialdad la situación, nos daremos cuenta que no es para tanto, llegando a una solución sin tanto lio.








¡¡¡ PARA EVITAR TORMENTAS EN VASOS DE AGUA. TRANQUILIDAD, TRANQUILIDAD Y TRANQUILIDAD, ES EL MEJOR REMEDIO!!!

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