El qüenco de Pepa
Quiero
para empezar esta croniquilla, adoptar el papel de la “voz que clama en el
desierto”, como siempre hago, aunque sin resultado. ¿Por qué he de pagar 2.95€
por un aperitivo, que yo no he pedido y que aparece flamante encima de la mesa,
para que piquemos?. Es una epidemia, que se extiende por los establecimientos
de algún renombre ¿timo, robo o cara dura? Y este no iba a ser una excepción.
Fui
a comer a este establecimiento en el día de ayer, para celebrar el aniversario
de bodas. Lleno hasta la bandera. El local es un poco frio, no tiene calidez,
me parece a mí que hay un defecto de planificación arquitectonica, te sientes
un poco agobiado y sin la calma necesaria para degustar su magnífica cocina.
El
servicio extraordinario, preparado, simpático, ágil y muy profesional (curioso,
mayoritariamente oriental).
Los
productos de primerísima calidad, cocinados lo justo y necesario, se nota que
las materias primas son las que mandan en la cocina.
Empezamos
con un sensacional TOMATE, con sal y aceite. UN SALTEADO DE SETAS DE TEMPORADA,
realmente sabroso y en su punto. Unas GAMBITAS BLANCAS DE HUELVA, presentadas
en una bandeja, simulando una caja de madera de pescadería, sabían a mar y ya
es decir. Seguimos con unos BERBERECHOS excelentes. Por último degustamos UN
GALLO SAN PEDRO, pleno de sabor, el mar en el plato. Acompañado de un fresco
Txacoli.
De
postre: TARTA CAPUCHINA y de QUESO, muy buenas, no dulzonas.
Es
de destacar y agradecer el poco uso de la sal, en la condimentación de los
platos, tienen lo justo. Al contrario de otros establecimientos que parecen
tener salinas en la cocina.
Al
final las copas y unos dulces, esos si fueron obsequio del Establecimiento.
¡¡¡PRECIOS ALTOS!!!
¡¡¡LO
RECOMENDARIA, PARA FECHAS ESPECIALES A PESAR DEL SABLAZO FINAL!!!
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