¿La Música, amansa a las fieras?

noviembre 16, 2018

Esta popular expresión, tiene su origen en la leyenda de Orfeo. Hijo del rey de Tracia y de la ninfa Calíope, poeta y músico destacadísimo, poseía un canto y una forma de tocar la lira capaz de detener el infierno y aplacar la furia de las fieras más salvajes. En el mundo antiguo la proximidad entre palabra y música era especialmente característica del canto mágico. Debo destacar, que esta fábula está especialmente transcrita en italiano, con una excelsa música, en ORFEO de Claudio Monteverdi, obra maestra de la historia de la música universal.

Hay situaciones en la vida, donde este episodio tiene especial relevancia. Existen personalidades tremendamente explosivas y ante cualquier pequeña incitación, saltan como una tea impregnada en gasolina, dando lugar a situaciones altamente conflictivas, difíciles de llevar si no se actúa con prudencia. En estos casos, si se quiere que nuestra intervención, sirva para calmar los ánimos encendidos, hay que actuar con seguridad, buen ánimo, casi humor, eficacia... aquí, si hay que ser la lira de ORFEO para apagar los caracteres encendidos de los contendientes, normalmente furibundos.

Si se quiere ser la lira de ORFEO, en cualquier situación, hay que conseguir, aunque sea implícitamente que por autoridad reconocida, cariño u otro sentimiento cualquiera, que se nos permita participar. Debemos en casos así, actuar con imparcialidad, no nos debemos dejar influir por fobias o filias hacia los contendientes lo que nos impediría ser justos, cosa fundamental para poder terminar la confrontación, amansando a las fieras intervinientes, con la música de nuestros razonamientos, que les deben hacer como cortafuegos de su fiereza inicial.

Existen otro tipo de personas, que disfrutan discutiendo, yo los llamo, discutidores natos, no se pueden pasar un momento sin intentar iniciar una discusión, con alguien de su entorno. No es buscar la solución de un problema, es satisfacer la necesidad de proferir diariamente gritos e imprecaciones a mansalva. Están sordos a los melodiosos sones de la lira de ORFEO, es gritar, gritar y gritar porque sí, su meta es esa, crear ruido y no razones.