Los inocentes

Inocente, es una palabra polisémica con significados diferentes y en algunos casos opuestos. Se puede decir del que no produce daño porque no tiene malicia, mala intención o inclinación a lo malo. Se dice también de alguien falto de malicia y fácil de engañar, de ahí las inocentadas. Esas bromas o engaños en los que se caen por descuido o falta de atención y que se celebra por estos lares, los 28 de diciembre de cada año.

Si nos referimos a los niños, que no han llegado aún a la edad de la razón, también los llamamos inocentes. Es de todos conocidos el episodio bíblico de la matanza de los Santos Inocentes en Judea, instigada por Herodes para encontrar al Niño Dios que según las antiguas profecías, había de terminar con el poder romano en la zona y que sería el Salvador del Mundo (Salvatore Mundi). La buena nueva del nacimiento, le fue comunicada por la visita que le hicieron los Reyes Magos, aunque no su ubicación. Es un tema ampliamente recogido en la pintura y escultura de todos los tiempos, por los mejores artistas.

En materia de tribunales, es una palabra que cierra un trámite judicial, es ¡¡¡ INOCENTE!!!, no tiene culpa y eso supone el cierre de la causa.

También es fundamento de justicia el presuponer que todos los actos humanos son inocentes, mientras que un proceso judicial con garantías no demuestre lo contrario. Hay personas que continuamente hacen ostentación de la inocencia de todos sus actos, son puros, inmaculados, inofensivos, pero cuidado con ellos pueden ser blancos como palomas pero pérfidos como venenosas serpientes, buscan que se les crea para actuar astutamente en beneficio de sus propios intereses.

La supuesta inocencia de algunos, puede tener ribetes delictivos. El famoso timo del TOCO-MOCHO, el cambio por dinero de un paquete conteniendo a veces recortes de periódicos o un ladrillo, que ofrece un supuesto inocente(enfermo) aprovechando la inocencia usurera del timado.

¡¡¡ Cándidos como las palomas y astutos como las serpientes!!!